Esta semana, tuve la suerte de poder visitar la bodega que tiene CVNE a unos 10km de Laguardia; Viña Real.
Situada en lo alto de un cerro, se divisa un edificio circular, lo que uno no se imagina al entrar es lo que espera ver bajo ese cerro (lo desvelaremos más adelante). La bodega toma el nombre Viña Real, ya que en el lugar donde está la bodega, pasaba un camino real que unía Castilla con Navarra.
Antes de comenzar la visita, en la entrada de la bodega, nos encontramos con un espacio muy amplio y diáfano donde están presentes la tienda de vinos, uno de los comedores y la entrada a lo que es realmente la bodega.
La bodega cuenta con 600 hectáreas de viñedo propio, otras 600 hectáreas se compran a otros viticultores. Tiene una producción anual de 7 millones de botellas (Teniendo en cuenta la producción de la bodega de CVNE en Haro).
Nos adentramos en la nave de vinificación circular, imitando la forma de una tina gigante. Aquí se dan cabida 72 depósitos de acero inoxidable donde el vino va a llevar a cabo su primera fermentación. Desde que el vino entra en bodega hasta que por fin es embotellado, va a moverse por gravedad, en ningún momento se van a utilizar bombas a presión (se trata de un sistema novedoso patentado por la bodega).
Debajo de los depósitos de acero inoxidable, se encuentran los depósitos de hormigón donde se va a realizar la segunda fermentación de todos los vinos (excepto los de alta gama que la realizan en barrica nueva). Estos depósitos comunican directamente con la parte inferior de la bodega, donde el vino procederá a envejecer en barrica y posteriormente será embotellado.
Tras ver esta zona de la bodega, nos dirigimos a la parte inferior. En ella vamos a descubrir dos túneles de 125m de altura, construidos por la empresa que realizó el tunel de Bilbao y otros túneles de metro a nivel mundial. Cada uno de los túneles está dedicado para el envejecimiento en barrica (Hay un total de 25.000 barricas), y para el envejecimiento en botella.
Tras visitar estos dos calados modernos, nos dirigimos a la última sala previa a la degustación. Se trata de una sala localizada debajo de la sala de vinificación circular, donde envejecen vinos de alta calidad. Junto con los dos túneles, se trata de la sala más bonita y llamativa de la bodega. En ella, barricas de roble francés, americano y algunas del este de Europa, descansan hasta que llegue el momento de ser embotelladas.
Para finalizar la visita, nos dirigimos a la entrada para realizar la cata de dos vinos.
-Monopole: vino blanco, producido en la bodega de Haro, cosecha de 2014. 100% Viura. Con un color amarillento tirando al verde, muy fresco, con aromas a frutas frescas como la manzana.
- Viña Real Oro, Reserva 2006: Tempranillo, graciano, garnacha y mazuelo. Un estilo más clásico que moderno. Con intensa madera, y clásico color teja.
Una bodega de vinos clásicos y arquitectura moderna.
Soraya Meinema
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