El vino está ligado sin ninguna duda a la arquitecura y a los lugares donde se ha hecho.
En La Rioja, los lagares ruprestres eran las primeras construcciones realizadas en piedra, excavadas al aire libre donde se pisaba la uva y de ahí se obtenía el vino.
Más adelante se fueron construyendo las bodegas debajo de las casas o en zonas donde se fueron concentrando en pequeños barrios.
Las hay de diferentes tamaños, pequeños pero muy profundos y unidos entre sí como son los calados que se encuentran en la localidad de San Asensio o Rodezno, y por otro lado tendríamos calados más amplios como los de las bodegas del Barrio de la Estación de Haro.
Sala de uno de los calados de Bodegas López de Heredia, Haro
Calado de Bodegas RODA, Haro
Calado de Bodegas Lecea, San Asensio
Calado Conde de los Andes, Ollauri
De los calados antiguos se pasan a las modernas bodegas, como ya vimos en el antiguo post de Bodegas Baigorri, pero hay muchas otras que hacen que el vino pueda quedar en 2 puesto, siendo el interés por ver el edificio donde se encuentran la motivación principal del turista.
Dos ejemplos destacados son Bodegas Ysios y Bodegas Marqués de Riscal, siendo esta última conocida por su espectacular hotel.
Bodegas Ysios
Bodegas Marqués de Riscal
Soraya
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